martes, 7 de abril de 2020

LEER EN VOZ ALTA A LOS NIÑOS FAVORECE LA COMPRENSIÓN LECTORA (AUNQUE ELLOS NO SEPAN LEER DE MANERA CONVENCIONAL)

“Al leer cuentos para los niños y niñas se establece una RELACIÓN AFECTIVA POSITIVA entre quien lee, el texto y quien escucha. Cuando el adulto lee para el niño no puede hacer nada más que estar por él, ya que leer para otro implica una dedicación íntegra y eso el niño lo reconoce y lo valora, aunque sea de manera inconsciente. La complicidad que se crea entre quien lee y quien escucha gracias al texto que se comparte permite al niño (y al adulto) sentirse bien, disfrutar tranquilamente de la narración narración e ir creando, así, un poso de EXPERIENCIAS POSITIVAS RELACIONADAS CON EL CUENTO, necesario para captar y aprender una de las funciones de aprender a leer y a escribir.

“Más allá de este aprendizaje podemos considerar también la importancia que tiene para el aprendiz la actuación del lector experto, que leyéndole un cuento está EJERCIENDO DE MODELO LECTOR. (...)

“La posibilidad de estos dos aprendizajes se da por el hecho en sí de leer un cuento en voz alta para los alumnos. Además, los niños y niñas que escuchan el cuento leído SE FAMILIARIZAN CON LAS CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO ESCRITO. Seguir una narración escuchando el texto leído en voz alta por otro implica comprender la forma propia del lenguaje escrito. Permite, como hemos señalado en capítulos anteriores, DESARROLLAR LA COMPRENSIÓN DE LA LECTURA ANTES DE «SABER LEER». Ahora bien, para desarrollar la capacidad de comprender un texto y, en este caso, una narración, NO BASTA CON COMPROBAR O EVALUAR si se ha entendido o no, qué pasó, qué personajes aparecían, qué hizo cada uno, etc.”

TOMADO DE: FONS, M. (2004). “Leer y escribir para vivir. Alfabetización inicial y uso real de la lengua escrita en el aula”. Barcelona: Graó. pp.:215-216

lunes, 16 de septiembre de 2013

“EL INGRESO A LA ESCRITURA…” DE EMILIA FERREIRO: RESEÑA EN CAPÍTULOS
(1) LAS PRIMERAS PÁGINAS

Enrique Lepe García

En las primeras páginas del libro “El ingreso a la cultura escrita y a las culturas de lo escrito” de Emilia Ferreiro (Editorial Siglo XXI, 2013) , aparece una “Introducción general” dividida en 7 partes:  en la primera, la autora hacer referencia a la manera en que lo escrito, “omnipresente en el espacio público… ha invadido ahora los espacios privados”. Ante las nuevas formas de los textos en pantalla y de las actuales formas de leer se pregunta si los procesos psicológicos de apropiación de lo escrito están cambiando. Y aunque admite que los niños observan ahora formas nuevas de relación entre los adultos y los textos, sus preguntas básicas siguen siendo las mismas: ¿cuál es la relación entre lo escrito y la lengua oral? ¿Qué de la oralidad conversacional queda fuera de lo escrito? entre otras interrogantes. Para cerrar la primera parte, el texto afirma categórico: “Este es un libro de investigación”,  que sigue preocupándose por las dificultades que enfrentan los niños para entender la escritura; y anuncia que en el libro se abordan distintas temáticas considerando y usando lo tecnológico como instrumentos de investigación.

La segunda parte es un advertencia: “no es un libro fácil”, ni de divulgación, ni didáctico; adelanta que, aunque presenta casos de niños (lo que genera comprensión y empatía con el que los lee), los artículos aquí publicados incluyen la exigencia teórica para que los casos que se presentan no queden como anécdotas. Es un libro, comenta la autora, que no ofrece soluciones, sino que presenta reflexiones y problematiza sobre “temas urgentes de la alfabetización inicial”

La tercera parte de esta introducción general es la mención de los temas que se abordan en el interior del libro, artículo por artículo y capítulo por capítulo. En el párrafo inicial se reitera que el contenido de este volumen son investigaciones en que se abordan preguntas de un “programa de investigación en continua restructuración: la psicogénesis de la lengua escrita” pero que en este nuevo aporte incluye los recursos tecnológicos.

“El libro se abre con un primer capítulo de carácter teórico y se cierra con dos ensayos”, se explica en la cuarta parte del texto introductorio: aunque no lo dice: justo estas dos partes son en las que Ferreiro es autora individual de lo escrito, pues el resto del libro está constituido por artículos que fueron elaborados en coautoría con algunas de sus exalumnas y en un caso particular con una experta afín al grupo de investigadoras.

En la parte quinta de este texto, doña Emilia reitera la filiación de los trabajos que se presentan con “las ideas constructivistas sobre el desarrollo cognitivo”. Aquí opta por establecer una definición clara del término en rechazo a una “visión sobresimplificada” de esta teoría. Especifica la dificultad que presentan los sujetos que aprenden para aceptar las objeciones que reciben a sus conocimientos previos y termina con una frase conocida pero siempre sorprendente: los niños “por esa misma necesidad de coherencia rechazan a veces la enseñanza de los adultos”.

La penúltima parte de la Introducción general es una especie de agradecimiento o de reconocimiento de créditos, pues aquí se menciona que diez de los capítulos del libro están elaborados por ella y por sus exalumnas (después de este texto aparece la lista de las investigadoras: Mónica Alvarado, Mónica Baez, Mirta Castedo, Celia Díaz Argüero, Marina Kriscautzky, Claudia Molinari, María Angélica Möller, Sofía Vernon y Celia Zamudio); y hace mención especial a la colaboración de Lilia Teruggi, que no fue su alumna pero que es seguidora de las publicaciones de Ferreiro y quien tiene “fuertes vínculos profesionales y afectivos” con sus exalumnas.

Dos párrafos tiene la última parte de este escrito introductorio y en ellos anuncia la autora que el libro se publicó simultáneamente en portugués y en Español. Agradece a Editora Cortez de Brasil y Siglo XXI de México la publicación y su compromiso con el derecho de la alfabetización.


[Seguiremos reseñando este libro… Aunque preferiría que me acompañaran en su lectura]

miércoles, 28 de agosto de 2013

ENSEÑANDO A LEER Y A ESCRIBIR: LAS PRIMERAS SEMANAS


Las siguientes reflexiones y sugerencias tienen el propósito de dar una orientación general a los maestros de primer grado que están en proceso de ayudar a los niños a aprender a leer y a escribir.

Son ideas y recomendaciones que se construyeron a partir de la experiencia de maestros que están enseñando a leer y a escribir y que toman como base lo que los niños saben y su proceso “natural” de adquisición de la lengua escrita.


PRIMERO EL NOMBRE DE CADA NIÑO: UN BUEN COMIENZO.

De acuerdo con las recomendaciones de especialistas en la enseñanza de la lectura y la escritura de niños pequeños (alfabetización inicial), un buen comienzo para que los niños adquieran conocimiento sobre la lengua escrita es partir de su nombre.

Se recomienda que los maestros de primer grado, en los primeros días de clases, le entreguen a cada niño su nombre escrito (sin fotos, ni colores, ni ninguna otra señal) para que lo revise, lo compare con el de otros compañeros y sepa distinguirlo. No se trata de que se aprenda todas y cada una de las letras o los sonidos que lo conforman, sino de que, al menos al principio, lo visualice de manera global, lo sepan distinguir por la extensión o la forma. (Paciencia, el conocimiento de las letras viene después).

Hay otro tipo de actividades en las que se puede usar y practicar la escritura del nombre propio de los niños, algunas de ellas las describo en la nota ¿CÓMO EMPEZAR LA ENSEÑANZA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA? que se encuentra en este misma página (búsquela en la sección NOTAS que se encuentra a su izquierda).


DESPUÉS DEL NOMBRE… A USAR LA LENGUA ESCRITA

Después de algunos días de trabajar con su nombre (puede ser durante toda una semana), se recomienda realizar actividades en que los niños tengan contacto con materiales escritos de circulación social: libros, carteles, volantes, reglamentos, letreros de la calle o la escuela, etc.  Algunas actividades son las siguientes:


  • Usar el horario de trabajo del salón (si no se tiene habrá que hacerlo). Primero leerles a los niños lo que dice en ese horario, explicarles qué es y para qué se usa. Más tarde, pedirles a algunos que traten de decir qué toca cada día: se trata de que infieran, que busquen pistas para tratar de descubrir qué dice; en ningún caso se trata de que deletreen o lean sonido por sonido, debe ser una lectura global.
  • Recorrer las instalaciones de la escuela para identificar y leer los letreros que hay: nombre de la escuela, letreros que indican cada grado y grupo, anuncios comerciales, carteles de promoción, etc. Unas preguntas que pueden servir para que los niños comiencen a reflexionar sobre lo que las palabras dicen pueden ser: ¿Qué creen que dice ahí? ¿Dónde dirá “escuela”? ¿Dónde dirá “segundo grado”?, etc.
  • Y por supuesto: leerles en voz alta todos los días: pueden ser cuentos, pero también noticias (de temas que les puedan interesar), puede leerles una canción o poema; puede llevar al salón los carteles que se encuentre en la calle y leerles lo que ahí se anuncia. Aparte de que pueden ir observando las formas de las frases y las palabras (y fijándose también en algunas letras), pueden aprender los usos sociales de diferentes textos.
  • Otras actividades que pueden hacer es: Organizar la biblioteca del salón de clases; revisar portadas de libros para identificar el autor, el título del libro y la editorial y para tratar de inferir de qué puede tratar; y elaborar entre todos el reglamento del salón de clases, mediante el proceso en que los niños le dictan al docente lo que quieren escribir.  Estas actividades vienen recomendadas en los Programas de estudio de español oficiales y vigentes. PERO ESTO SERÁ MOTIVO DE OTRA NOTA; es decir CONTINUARÁ…

martes, 13 de agosto de 2013

Nuevamente pongo a su disposición esta liga donde se puede bajar el LIBRO PARA EL DOCENTE DE ESPAÑOL que hice para la SEP y que se publicó en el 2010. 

Para quienes van a dar primer grado de primaria les recomiendo leer el CAPÍTULO III donde se explica cómo debe enseñarse a leer y a escribir con base en PROYECTOS DIDÁCTICOS, derivados de Prácticas Sociales de Lenguaje.

http://cuestionarios.dgme.sep.gob.mx/docentes_nov_10/espanol.pdf

Espero les sea útil. Saludos.

lunes, 9 de julio de 2012

RECOMENDACIÓN DE LECTURA PARA ESTAS VACACIONES







Acaba de salir este libro titulado “Las TICs en la escuela, nuevas herramienta para viejos y nuevos problemas”.  Entre otros, trae un artículo escrito por mis amigas María Laura Galaburri (Argentina) y Ma. Luisa Díaz González (Nayarit, México); otro escrito de mi estimado Daniel Cassany (España) y otros texto de nuestras admiradas: Myriam Nemirovsky, Mónica Báez, Flora Perelman…; incluye además una entrevista con nuestra querida Delia Lerner.

Por la gran trayectoria y conocimiento de quienes escriben los distintos artículos, y sabiendo de la calidad que Daniel Goldin imprime en las ediciones de los libros que coordina (esta vez acompañado por Marina Kriscautzky y Flora Pereleman) este volumen resulta ALTAMENTE RECOMENDABLE.

Los invito a acompañarme en su lectura durante estas vacaciones. Ojalá podamos compartir por este medio, nuestros comentarios, valoraciones y aprendizajes sobre este libro. El reto ha sido lanzado. Saludos.

miércoles, 28 de marzo de 2012

CÓMO SE REALIZAN NUESTROS TALLERES DE PLANIFICACIÓN DE PROYECTOS DIDÁCTICOS

Se realizan los sábado para que los maestros no falten a clase. Son extraoficiales, es decir, nos son promovidos por autoridades educativas de ningún nivel de la secretaría de educación. Los docentes acuden por propia voluntad. No se otorga constancia ni diploma ni otro comprobante de asistencia. Tampoco se cobra por participar ni se solicita ningún otro requisito.

Y entonces… ¿por qué asisten cada sábado entre 30 y 100 docentes cada mes?

Creemos que porque los maestros encuentran ahí colegas que les comparten ideas y estrategias de enseñanza y porque hallan en estos espacios respuestas a su pregunta principal ¿cómo hacer para que los niños aprendan mejor?

La primera parte del taller está dedicada a que los profesores le cuenten a los demás cómo llevaron a cabo el proyecto didáctico planificado en el taller anterior. Con un relato escrito en la mano, con una presentación de diapositivas, con fotografías o con los trabajos de los niños, van contando lo que resultó exitoso, lo que falló, los problemas que tuvieron y cómo los resolvieron; y especialmente nos cuentan lo que aprendieron los niños.

Los que escuchamos, tenemos derecho a preguntar, a opinar, a sugerir, a pedir apoyo, a examinar los trabajos de los niños, a pedir material, etc.

La segunda parte del taller la dedicamos a planificar otro proyecto didáctico: nos gusta ser minuciosos, entonces pensamos en la manera en que empezaremos la clase, en las preguntas que haremos a los niños, en las actividades que realizaremos en equipo y las que serán individuales; escogemos los textos que leeremos y forma y el tiempo en que habremos de escribir. Prevemos además lo que esperamos que aprendan los alumnos.

Muchas veces, para planificar de mejor manera y para entender mejor a los niños, nos ponemos a leer y a escribir lo mismo que leerán o escribirán ellos. También solemos leer algunos escritos de investigadores educativos o de psicólogos o textos de didáctica para entender lo que estamos haciendo.

Como verán, el contenido de nuestros talleres no se puede compartir por medio de archivos o fotos o videos; necesitamos vivir la experiencia. Los esperamos el próximo sábado 5 de mayo para que sean parte de esta comunidad que comparte.

Si requieren más información, por favor comuníquense con Ceci Madero o Lupita Salinas a los teléfonos: 414 104 8676, 414 219-6859 o 419-270-9724 en Tequisquiapan, Qro.

lunes, 27 de febrero de 2012

Enseñanza de la lectura y la escritura en primero y segundo grados de Educación Primaria

El Programa de Español de 1993 daba libertad a los docentes para elegir cualquier método de enseñanza de la lectura y la escritura; en cambio, aunque el Programa de Español del 2000 no mencionaba nada al respecto, las modificaciones hechas a los libros de texto ofrecieron a los maestros una guía sobre la manera de enseñar a leer y a escribir.

Por su parte, los programas de español, publicados en 2009 y los ajustes para la articulación de la Educación Básica propuestos en 2011, reconocen de manera explícita los procesos por medio de los cuales los niños se apropian del lenguaje escrito (ver el apartado “Las etapas de desarrollo en la apropiación del Sistema de Escritura”) y plantean la necesidad de abandonar los métodos tradicionales de enseñanza de la lectura y la escritura.

La propuesta de los programas permite crear condiciones que favorezcan la adquisición del sistema de escritura por parte de los niños, de manera que en las situaciones didácticas propuestas, los alumnos pongan a prueba sus hipótesis sobre la escritura y avancen en sus propios descubrimientos acerca de lo que es el lenguaje escrito.

Se trata de permitirles y ayudarles a escribir de acuerdo con sus hipótesis y de ayudarlos, creando situaciones en las que se cuestionen sus ideas, para que las contrasten y puedan acercarse cada vez más al descubrimiento de las convencionalidades de la escritura.

De este modo, en primero y segundo grados también se establece como modalidad de trabajo los proyectos didácticos, en los cuales los alumnos se vean en la necesidad de elaborar productos del lenguaje que posean un propósito comunicativo y, por supuesto un propósito didáctico. El primero permitirá apropiarse de prácticas sociales del lenguaje y el segundo ayudará a descubrir las características y el funcionamiento del sistema de escritura.

Una diferencia muy importante entre los proyectos didácticos de primero y segundo grado y los de tercero de primaria a tercero de secundaria, es que en los primeros los alumnos leerán y escribirán con el apoyo del maestro (es decir, le dictarán lo que quieren expresar) y leerán a través de la voz del docente lo que necesiten o quieran saber acerca de un escrito.

El maestro fungirá como escribano y lector de los niños; y en esa función les irá mostrando lo que se hace al leer y al escribir, de manera que, conforme avance el tiempo los alumnos se vayan apropiando de estas formas hasta volverse independientes; es decir, lectores y escritores autónomos.

Este proceso de aprender a leer y a escribir leyendo y escribiendo (aunque no lo hagan de manera convencional) o de apropiarse de la lectura y la escritura viendo leer y escribir a otros, requiere mucho tiempo; y suele extenderse hasta el segundo grado, particularmente en aquellos contextos en los que los niños tienen poca experiencia extraescolar con situaciones de lectura y escritura; por lo que no es conveniente reprobar a los alumnos si no logran alfabetizarse completamente en primer grado.

Más adelante se da un ejemplo de la forma en que se pueden realizar las actividades de un proyecto para contribuir al aprendizaje de la lectura y la escritura.

Tomado de: Guía para el Maestro. Educación Básica. Primaria. Primer grado. 
Editado por la Secretaría de Educación Pública. México. 2011.
 Autores: Laura Lima Muñiz, María Luisa Díaz González, Celia Díaz Argüero y Enrique Lepe García.